Los mantos de la Virgen tienen un simbolismo y un significado especial. Son sin duda una gran expresión de la devoción mariana existente por esta Sagrada Imagen en todos los rincones de Castellón.

Los mantos recogen las emociones y sentimientos de los donantes, sus ilusiones, sus anhelos, sus preocupaciones y sus agradecimientos. Por eso, la finalidad de los mantos ha sido la de ornamentar la imagen de la Virgen como expresión de amor, devoción y acción de gracias.

El manto que viste la Virgen coincide con el color de la liturgia del día, excepto en festividades concretas.

Verde: para el tiempo ordinario. Simboliza esperanza y crecimiento.

Morado: para Adviento y Cuaresma (excepto cuando viste el rosa). Simboliza penitencia.

Azul: para el día de la Inmaculada.

Rosa: 3er Domingo de Adviento, domingo gaudete, y 4º Domingo de Cuaresma, domingo laetare,.. Simboliza alegría.

Blanco: Navidad, Pascua, Fiesta de San José, Cristo Rey, y otras fiestas especiales, como el día de la Fiesta Mayor, el 1er domingo de Mayo. Simboliza alegría y pureza.

Rojo: Domingo de Ramos, Viernes Santo, Pentecostes, y Mártires. Simboliza fuego del Espíritu Santo y Martirio.

Los mantos de la Verge del Lledó se guardan en la Sala de Mantos ubicada dentro de la Basílica, donde están colocados en perchas perfectamente alineadas en una vitrina de cristal de tres alturas.

La conservación y restauración de los mantos corre a cargo de la conservadora del ropero Doña Emilia Suay desde hace décadas.; siendo las camareras de la Virgen, bajo la dirección y supervisión de la Presidenta de la Junta de Camareras, las encargadas de cambiar el manto a la Virgen cuando corresponda en función de las fiestas y de la liturgia.